Al sur de la ciudad Fuding en China, donde los paisajes se entrelazan con leyendas, se alza majestuosamente la Montaña Tai Mu. Esta montaña, que se eleva a 917.3 metros sobre el nivel del mar, no es solo un pico imponente en la provincia de Fujian, sino también un santuario de historias y misterios. Tai Mu, reconocida como Geoparque Mundial de la UNESCO, es más que un destino turístico, es un testigo silente de tiempos antiguos, donde la naturaleza y la mitología se fusionan en una danza eterna.

Según cuentan las leyendas, en los días del Emperador Yao, una anciana de corazón generoso habitaba estas tierras y cultivaba un té verde especial, el "Lü Xue Ya" o "Brotes de Nieve Verde". Este no era un té común, pues tenía el poder de curar el sarampión y salvar vidas. En agradecimiento, la gente la bautizó como "Tai Mu", que significa madre suprema, y en su honor la montaña tomó su nombre. Pero lo que realmente hace especial a la montaña es su regalo más preciado, el té blanco Bai Mu Dan. Gracias a su altitud, a las marcadas diferencias de temperatura entre el día y la noche, y a sus arroyos cristalinos, la montaña ofrece un entorno perfecto para el cultivo de este té. El Bai Mu Dan, con su delicadeza y sabor inigualable.

Así, la Montaña Tai Mu no es solo un lugar, es una experiencia. Un viaje a través del tiempo, donde cada sorbo de su té blanco te transporta a leyendas antiguas, a paisajes etéreos y a la esencia misma de la naturaleza. Es una invitación a descubrir, a soñar y a dejarse envolver por la magia de una montaña.